Elecciones en Reino Unido: Boris v/s Corbyn, dos populistas en un país sin centro
Las elecciones enfrentan hoy a los dos líderes más impopulares de la historia reciente de Reino Unido, pero Johnson ha sabido jugar mejor sus bazas.
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El gran drama de las elecciones que hoy se celebran en Reino Unido es que los dos líderes que tienen posibilidades de ocupar Downing Street son los más impopulares de la historia reciente de Reino Unido. Parte de esta mala imagen se debe a que ambos han elegido promover discursos populistas ante la desaparición del centro político en un país que ha tendido siempre a la moderación.
Ni Boris Johnson ni Jeremy Corbyn han logrado mejorar su imagen, a pesar de los esfuerzos realizados. Tan marcadas son sus personalidades que ambos provocan un fuerte rechazo no solo en el partido contrario, sino incluso entre sus propios votantes.
A Johnson, que muy posiblemente volverá a ser elegido primer ministro, le persigue su fama de bufón, de mujeriego, y de ser un político poco fiable que cambia de chaqueta sin inmutarse. Le llaman miniTrump. En las últimas horas, y debido a un par de errores, también se le tacha de "racista" -dijo que los inmigrantes tratan Reino Unido como si fuera su propio país-, y de "insensible", tras rechazar ver la foto de un niño atendido en el suelo de un hospital por falta de camas.
Por si fuera poco, se negó a ser entrevistado por la bestia negra de la BBC, Andrew Neil, famoso por poner en serios apuros a los políticos, lo que para muchos le convirtió en un "cobarde".
Pero nada de esto ha sido suficiente para pararle los pies por dos razones: ha sabido aglutinar el voto pro-Brexit y tiene enfrente a Jeremy Corbyn, un político todavía más impopular que él y con una gran falta de liderazgo. Considerado un viejo marxista, Corbyn se ha visto envuelto en varios escándalos, entre ellos el que le acusa de permitir el antisemitismo dentro del partido.
A pesar de que las encuestas le dan como perdedor, Corbyn goza de una gran popularidad entre los votantes más jóvenes y entre muchos urbanitas con ganas de cambios en Reino Unido. También ha logrado excelentes resultados en las redes sociales, donde gana a Boris en número de seguidores y en visualizaciones de vídeos. "Oh, Jeremy Corbyn", el grito de guerra de los laboristas, fue cantado esta semana por miles de aficionados del Liverpool en un partido de fútbol, un gesto improvisado que se volvió viral en las redes sociales.
Pero los laboristas han perdido una gran oportunidad de atraer a los británicos de centro y acabar con nueve años de gobiernos conservadores. Sus políticas de izquierda radical no solo han asustado a los millonarios de la City, también han puesto en guardia a muchos votantes de clase media, que temen una fuerte subida de impuestos.
Ante este panorama, muchos votarán hoy con la nariz tapada, como dicen los británicos. Otros, tomando decisiones más drásticas. "Mañana haré algo que nunca pensé que haría: votar por Boris Johnson. Pero antes me emborracharé. Es la única forma en que podré hacerlo", aseguraba un londinense ayer, votante laborista tradicional.